MIAMI.- La protesta que inició en la Plaza de la Antorcha de la Amistad, en pleno corazón de Miami, en rechazo a las políticas migratorias de la Casa Blanca, evolucionó con el paso de las horas en una marcha por calles del centro de la ciudad.
Cientos de personas se concentraban frente a la Antorcha de la Amistad en Miami para rechazar las redadas de ICE y exigir respeto a los inmigrantes 1q4333
MIAMI.- La protesta que inició en la Plaza de la Antorcha de la Amistad, en pleno corazón de Miami, en rechazo a las políticas migratorias de la Casa Blanca, evolucionó con el paso de las horas en una marcha por calles del centro de la ciudad.
Con banderas alzadas, carteles en mano y cánticos en defensa de los derechos de los inmigrantes, los manifestantes comenzaron a desplazarse en bloque, atrayendo la atención de transeúntes y conductores.
La jornada se desarrollaba bajo un día soleado. Algunos asistentes buscaron refugio bajo árboles o estructuras cercanas, mientras otros alzaban carteles con mensajes como “Ningún ser humano está por encima de la ley en este país”, “Este régimen no podrá dividirnos” o “Ninguno es ilegal en una tierra robada”.
Muchas banderas estadounidenses y algunas del movimiento LGBTQ+ ondeaban entre la multitud, especialmente en manos de jóvenes que acudieron en gran número a la manifestación.
La activista venezolana Adelys Ferro aseguró que participaba por los inmigrantes con y sin papeles, “porque todos somos bienvenidos a este país”. También expresó que “es hora de que se tenga en cuenta todas las contribuciones que hacemos los hispanos en esta ciudad de Miami y en el país”, recordando que los hispanos representan más del 74% de la población local.
La plazoleta donde se encuentra el busto de Juan Ponce de León se hallaba completamente llena a las once y media de la mañana. Entre cánticos y arengas, los manifestantes rechazaban la idea de una presidencia autoritaria al grito de “No queremos reyes en Estados Unidos, queremos un presidente que garantice la libertad”. Algunos turistas presentes decidieron unirse a la manifestación.
María González, de nacionalidad venezolana, criticó los intentos de Trump de involucrarse en el sistema de salud pública y exigió que la información de los beneficiarios de Medicare permanezca confidencial. Pedro González, un cubano con más de 40 años en el país, afirmó que no desea ver a Estados Unidos convertirse en otra isla sin libertades.
El ambiente, aunque enérgico, se mantuvo pacífico hasta promediar las 12 del mediodía. La Policía de Miami desplegó agentes en puntos estratégicos y al menos dos patrullas se situaron cerca de los manifestantes. Con el paso de vehículos por la avenida Biscayne Boulevard, algunos conductores hacían sonar sus claxons en señal de apoyo, lo que avivaba los gritos de los presentes.
Del otro lado de la avenida, simpatizantes de Donald Trump sostenían su propia manifestación. Entre ellos se encontraba un hombre mayor con un cartel que felicitaba al expresidente por su cumpleaños, así como una bicicleta y vehículos adornados con la bandera de Trump, lo que generó abucheos por parte de los manifestantes contrarios.
Un camión con pantalla luminosa circuló por la zona mostrando imágenes del secretario de Estado, Marco Rubio, y los congresistas María Elvira Salazar, Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart, lo que desató nuevas expresiones de rechazo contra Washington.
A pesar de la dificultad para encontrar estacionamiento en la zona, más personas continuaban sumándose a lo largo de la mañana, portando banderas, pancartas y atuendos con los colores de Estados Unidos, en lo que muchos calificaron como una expresión colectiva por la dignidad, los derechos civiles y la libertad.
Entretanto, unas 200 personas se reunían bajo la sombra de los árboles en Pride Park, Miami Beach, para sumarse al clamor por los derechos de los inmigrantes y expresar solidaridad con la comunidad LGBTQ+.
El lugar permanecía acordonado por la Policía, que se situó en puntos estratégicos para garantizar el orden y la seguridad de los asistentes.
Los manifestantes exhibían pancartas con diferentes tipos de mensajes. Un cartel afirmaba que “Jesucristo también fue refugiado”, mientras otros demandaban la aplicación de la ley ante la injusticia y acusaban al gobierno de funcionar como “un pequeño dictador”. También se leían frases como “Inmigrantes hacen grande a América”.
Nelson Pérez, un hondureño radicado en Estados Unidos, criticó al gobierno federal por, según sus palabras, “perder el control de la situación nacional” y urgió a tomar decisiones más centradas en el derecho de las personas.
Marc Pérez, nacido en Estados Unidos de padre cubano y madre puertorriqueña, destacó el aporte económico de los inmigrantes y llamó a defender su presencia.
Asimismo, una joven de origen centroamericano portaba un cartel que rezaba: “Los bendecidos son los pobres y no los multimillonarios”, frase que despertó consenso entre los presentes.
El himno nacional de Estados Unidos resonó en varias ocasiones, interpretado por los manifestantes en muestra de unidad cívica.
Además, se ondearon banderas de los Estados Unidos junto a estandartes del denominado 'orgullo gay', reflejo de un movimiento que amalgama la exigencia de derechos migratorios con la celebración de la diversidad.
La manifestación transcurría sin incidentes, y el despliegue policial mantuvo un ambiente de calma mientras los participantes reclamaban un país más justo.