PARÍS.- La anendofasia es un trastorno recientemente identificado por la ciencia que permite entender mejor cómo pensamos. ¿Se puede vivir sin esa voz interior que nos ayuda a organizar las ideas?
Mel May, una australiana de 30 años que vive en Nueva York, descubrió que era una excepción después de leer un artículo sobre el tema. "No tengo una voz en mi cabeza", explica la también videasta, quien tuvo que enfrentarse a la incredulidad de sus familiares hasta que los psicólogos confirmaron su trastorno.
La anendofasia era conocida, pero no fue hasta 2024, cuando un grupo de investigadores propusieron en la revista Psychological Science atribuirle un nombre. Se considera que este trastorno arroja luz sobre cómo se formulan los pensamientos. Sin embargo, se trata de algo particularmente difícil de estudiar porque no lo puede explicar un observador externo.
Russell Hurlburt, profesor de psicología de la Universidad de Nevada, asevera: "La gente no se da cuenta de las características de su experiencia interior". El investigador ha realizado varios estudios sobre los procesos del pensamiento, centrándose, entre otros, en el caso de Mel May.
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Dentro de las pruebas realizadas por Russell Hurlburt, figura la solicitud de la lectura del libro "La Metamorfosis" de Franz Kafka. Luego les interrumpían de manera abrupta y aleatoria, y les pedían describir lo que pasaba por su cabeza.
Según el profesor, en algunos casos, los pacientes explicaban no tener las palabras del texto en sus cabezas sino solo imágenes, "su propio video" de la historia.
Pese a que el caso de Mel May es excepcional por su total ausencia de voz interior, los investigadores subrayan que el monólogo interior no siempre está presente.
Hurlburt estima que solo entre el 20 y el 25% de las veces se piensa en forma de monólogo interior. Pero, ite que serían necesarios más estudios para confirmar esa cifra.
Mel May sabe que no tener voz interior tiene "pros y contras" y reconoce que le cuesta evocar recuerdos. Pero, está segura de una cosa: "No estoy vacía por dentro: sé y siento cosas".
Dentro de las investigaciones, la sa Hélène Loevenbruck, una especialista del monólogo interior, ite haber cambiado de opinión.
"Hasta hace poco, pensaba que todos teníamos una voz interior", señala. Las investigaciones de Loevenbruck apuntan a que este tipo de monólogo mental sirve de "simulación interna" y es esencial para traducir los pensamientos en palabras.
Sin embargo es difícil evaluar las consecuencias concretas de la ausencia de una voz interior o de otros fenómenos, como la afantasia, la ausencia de imágenes mentales.
FUENTE: Con información de AFP
